Uno de septiembre de 1939. Hace ahora 70 años que el Ejército del III Reich cruzó la frontera de Alemania con Polonia y se dispuso a invadir ese país. No era el primero, ni sería el último, pero si fue el momento en el que las democracias occidentales decidieron que la gota había colmado el vaso de la dilatada paciencia de la comunidad internacional, que, obsesionada con evitar otro gran combate sangriento como el que había supuesto la I Guerra Mundial, se cegó y dejó que Hitler llegara demasiado lejos… Tardaron en recortar la distancia que le habían dejado coger, y en ese tiempo se produjo esa II Guerra Mundial, uno de los episodios más vergonzosos de la historia de la humanidad… El Holocausto que condenó a muerte a más de 6 millones de judíos, a los que se unieron todos los calificados de «Indeseables» por el régimen enloquecido y asesino del III Reich: homosexuales, gitanos, traidores, comunistas, socialistas, discapacitados…
Durante ese lapso de tiempo, la humanidad vivió mirando para otra parte, sin querer saber lo que pasaba allá donde Hitler plantaba su bandera. Y otra vez Europa pareció un gran cementerio…
No hay nada mejor que conocer la historia para no correr el riesgo de repetirla, especialmente en momentos como este, en el corre vientos de incertidumbre en Europa, y suben los movimientos de extrema derecha y se agitan los fantasmas de la intolerancia, el ataque de lo diferente, el racismo, la xenofobia, etc, etc… Recordemos que nuestra Euroa, nuestra Unión Europea nació para poner remedio preventivo a ese tendencia a matarnos entre nosotros que histórica (e histéricamente) hemos mostrado los europeos a lo largo de la historia. Aunque sólo sea por eso, merece la pena que no nos olvidemos…