Ayer oficié mi primera boda. No creo que se me olviden fácilmente ni Rosana ni Miguel Ángel. «Mis primeros novios». Al final el momento pasa rápido, es algo sencillo pero es bonito. Es una sensación un poco rara, ver las caras de alegría, de expectación… y te toca hacerlo desde un lugar privilegiado. Allí plantada, con tu medalla de Edil, a la que le das el uso más bonito y útil, creo yo, introduces y conduces la ceremonia.br /Espero que les haya gustado. Intenté buscar algo bonito, y que no resultara pendante… Ojalá no me recuerden como la pavisosa que les casó! Me hizo mucha ilusión y sentí una especie distinta de responsabilidad, que hasta ahora desconocía, de entrar un poco de hurtadillas en uno de los momentos más importantes, o más íntimos y personales de la vida de dos personas. Ha sido todo un gusto! Y ya sabéis, si decidís casaros en estos próximos 4 años… a vuestra disposición 😉 jejebr /br /Esta es una de las partes bonitas de ser concejala. Hay muchas, no nos vayamos a creer que esto es un desdichado valle de lágrimas, aunque estar en la oposición en Oviedo es, cuando menos, un camino de sorpresas, pocas veces agradables, un rosario de insultos, de falta de cintura política y de exabruptos que nos dedican de vez en cuando los miembros del equipo de gobierno. br /br /Mañana es el el primer pleno ordinario. Vamos a ver qué tal transcurre. Por curiosidad, tomaré nota de todas las salidas de tono que nos dediquen. Supongo que ese es un complemento especial de esos sueldos «austeros» que se han asignado los y las ediles del PP. Espero que podamos darles una sorpresa. Mañana os lo cuento…
El blog de Laura Robles 